Artesana de la lana, Carla de Ruiter.
Tejedora e hiladora
Tejedora e hiladora
Ofrecemos talleres de lana para familias o grupos pequeños al aire libre y en entorno rural.

Artesana de la lana, Carla de Ruiter.

Acerca del oficio

    Oficios y tareas en el mundo lanar...
  • Hablar de oficio en las tareas lanares es hablar de alma de un trabajo. El mismo pastoreo, que está al comienzo de toda la artesanía de la lana, es una actividad en donde el propio pastor llega a vivir de tal manera vinculado a la obra de sus manos que llama a las ovejas por su nombre. La trashumancia implicaba e implica de tal manera al pastor porque son las veinticuatro horas del día cuidando y protegiendo al ganado. Son pues, oficios con alma propia.
  • Todo comienza en los meses fríos de invierno a la búsqueda de pastos en zonas más cálidas del sur. A la vuelta a casa se va imponiendo el nuevo "traje" de verano más fresco y suelto.
  • Es importante destacar que, historicamente, la lana merina está muy unida a la economia e historia de España. Esta se ha trabajado exclusivamente en España hasta finales del siglo XVIII cuando se permitió la exportación de animales de esta raza a otros paises. Hoy en día se comercializa en los cinco continentes. La raza merina destaca principalmente por la producción de lanas finas. Es muy apreciada para elaborar piezas en la artesanía lanar. Actualmente ha perdido mucho valor en nuestra país la produción de lana merina.

Esquilador

Calzado especial de fieltro y yute (o esparto) para esquilar.

Fiesta de la esquila
comienza Esquilado

Esquila de ovejas

Las ovejas necesitan un cambio de "traje" ante la nueva etapa primaveral. Esto es aprovechado en su favor por las personas campesinas. La lana se corta cuidadosamente y se guarda para su lavado una vez termina la esquila de toda la cabaña.

El esquilador tiene una afinidad especial con las ovejas. En primer lugar, este vínculo con ellas es a partir de su ropa de trabajo y calzado. La persona esquiladora trata de cuidar su roce con la oveja para evitar el desgaste de su ropa en el contacto con el animal. Cuando se hace bien la tarea este desgaste se limita al máximo debido a una perfecta armonía entre la persona y la oveja.

Es notorio que no toda lana es igual ni tiene la misma cualidad; solo aquí en España ya hay más de treinta razas diferentes, todas con sus cualidades diferentes. Un esquilador, por su condición de "tocar" la lana aprende especialmente a valorar todos los matices que tiene esta en sus diferentes razas e incluso dependiendo de la parte de la oveja. No es igual toda la lana del vellón; la parte de la espalda es la más apreciada para artesanía, mientras las otras partes del vellón sirven para relleno de cojines, colchones...

Fiesta de la esquila

lana

comienza Lavado y secado de la lana

Lavado y secado de la lana

En el lavado se trata de eliminar todos los restos que la oveja ha ido adhiriendo a su cubierta. Hay que hacerlo con cierta precaución para evitar que la fina película de lanolina desaparezca del todo y con ella una de las cualidades que hacen de la lana un modo particular y beneficioso de abrigo para las personas. Se solía hacer en los ríos y arroyos puesto que los jabones eran absolutamente naturales y no perjudicaban el ecosistema de ribera. Hoy en día es impensable esta actividad porque tenemos saturados todos los cauces de agua y ya no pueden asumir más contaminación por pequeña que esta sea.

El secado de la lana también necesita mucha precaución ya que la lana tiene gran capacidad de absorber humedad y le cuesta secarse. Sobre un buen cañizo, en la sombra, se permite el aireado que favorece su secado.

Lavado de la lana

lana

comienza Carda y peinado de la lana

Carda y peinado de la lana

Para facilitar el proceso de hilar o enfieltrar necesitamos cardar la lana limpia y seca. Se trata de abrir las fibras de esta y empezar a darles un orden, una dirección. Al mismo tiempo se van eliminando restos de tierra y suciedad que se ha quedado a pesar del proceso de lavado. Es una tarea imprescindible en el proceso de la transformación de la lana.

Las cardas son unas herramientas que, en su forma más primitiva eran naturales (cardos u otras plantas que arañaban las fibras) y no necesitaban ningún aparato, eran manuales. En cantidades pequeñas de lana dan excelentes resultados. Para procesar cantidades más grandes de lana podemos utilizar una cardadora de tambor.

El uso de las cardas también permite mezclar fibras y colores con el fin de crear un hilo o un fieltro muy personalizado.

Cardado de la lana
Cardado de la lana

lana

comienza Hilado

Hilado

Hilar significa torcer la fibra de la lana para que, ordenadas, alineadas y mantiendo su posición puedan ser transformados en un hilo fuerte y del grosor que queremos.

Un modo sencillo de hacerlo es torciendo la fibra con los manos.

Otro sistema y que fue el primer utensilio para facilitar el proceso de hilado es una simple rama con otra ramita transversal en 45 grados. Los pastores, cuidando de la cabaña hilaban con las ramas que encontraban en el camino. Es la denominada barra de giro.

Más adelante se descubrió que la misma rama, en vez de estar en posición horizontal se podría colocar en posición vertical y, ayudando con un peso se la hace girar en el aire; es lo que se llama el huso, un avance en el proceso de hilado. Todavía hoy en día es utilizado en muchas países como instrumento habitual para obtener el hilo, por muy difícil que sea de imaginar en los tiempos que vivimos.

Durante la Edad Media, en diferentes lugares del mundo se descubrió la rueda como ayuda en diversas tareas, entre ellas el hilado, facilitando el proceso de tal manera que permitía elaborar un hilo continuo. Ya era más ágil y más rápido obtener hilo, pero las ruedas o ruecas nunca sustituyen a los husos que tanto utilizaban en las tareas para obtener hilo en casa.

En un primer momento se elabora el hilo. Tras este primer hilado se unen 2, 3, 4 ó más hilos torciéndolos con un torcedor. Es un utensilio sencillo, similar en ocasiones al mismo huso de hilar. Este torcerdor girará en dirección opuesta al giro que tenía el propio hilo cuando se hiló. Con esta operación se obtiene un hilo más fuerte, más homogéneo y más equilibrado debido a su torsión.

Husos

Diversos tipos de husos para hilar.

Rueca de hilar

lana

comienza Tintoreo

Tintoreo

El tintoreo es el proceso de coloración de la lana. Se puede teñir el vellón de la lana sin hilar para hacer fieltro o para hacer el proceso de hilar más creativo, permitiendo que se puedan mezclar colores con las cardas y posteriormente su hilado.

Cuando se ha obtenido una cierta cantidad de hilo, es decir, cuando el huso o la bobina están llenas se hacen madejas para comenzar el tintado de la lana. La devanadora es la herramienta que facilita la formación de madejas. Las terminaciones del hilo siempre han de estar con nudos poco apretados; hilos con nudos muy apretados impiden que el tinte impregne el hilo.

Se pueden teñir las madejas en crudo para obtener unas lanas más uniformes. El tinte natural consigue colores con cierta vida por el hecho de que nunca es homogéneo el color, tiene matices.

Desde antaño, en el proceso del tintoreo se preparan las madejas mordientando la lana para fijar sus colores, es decir, tratando de hacerlas resistentes a la exposición de la luz. Al tiempo se obtenían diferentes colores del mismo baño de tinte. Es frecuente que las gentes conozcan los tintes utilizados en su región; muy conocidos son la rubia tintóreo, la cáscara de la nuez, la isatis tintórea...

Posteriormente, a las madejas teñidas se les pueden dar un baño en mezclas ácidas o bien básicas -químicamente hablando-, para aclarar u oscurecer respectivamente su color.

Hoy en día cada vez relativizamos más la necesidad de hacer resistente a la luz los hilos o tejidos ya que se pueden volver a teñir toda vez que se conocen los fascinantes procesos de obtención de colores basados o referidos a la naturaleza.

Por último, es de resaltar que hay muchas y variadas posibilidades para conseguir dar color a la lana. Destacan entre las más importantes, ecoprint, batik, tinte anudado, tinte solar...

Tintoreo

lana

comienza Tejido

Tejido

Las madejas teñidas o las naturales se convierten en ovillos para trabajar el tejido de los hilos. Lo más habitual para tejer son las agujas de media o de ganchillo. En el oficio de tejer se trabaja con telares de alto y bajo lizo dependiente de la función que va a tener el tejido en la vida cotidiana, por ejemplo, si va a ser más bien decorativa o como tejido del hogar, incluso para la indumentaria personal.

La base del tejido en telares siempre es una urdimbre y una trama. La urdimbre forma los hilos puestos de una manera perfecta paralelamente, y la trama es formada por el ir y venir de las lanzaderas con hilo que suelen estar guiadas por las manos. Esta acción unifica urdimbre con trama.

La naturaleza rítmica y repetitiva de tejer es calmante, reconfortante y contemplativa. No es difícil imaginar que tejer es como una práctica de atención plena, o tal vez una forma de meditación. Investigaciones en neurociencia muestran que tejer y otras formas de artesanía textil como la costura, el tejido y el crochet, tienen mucho en común con la atención plena y la meditación; se reconoce que todas tienen un impacto positivo en la salud mental y el bienestar.

Tejido de la lana
Tejido de la lana

lana

comienza Enfieltrado

Enfieltrado

El fieltro es el tejido más antiguo que se conoce.

Esta modalidad de transformación de la lana no necesita urdimbre ni trama, simplemente son fibras de lana que por sus caracteristicas peculiares, con determinados movimientos en un medio de jabón y agua se unen, se enfieltran. El fieltro no se ha descubierto, dicen que surge...

Los restos más antiguos de fieltro se han encontrado en países asiáticos y tienen cerca de 2.500 años de antigüedad. Probablemente la técnica de fieltro surge en estas naciones y es la más antigua forma de elaboración textil.

Dicha combinación de agua, jabón junto con un rítmico movimiento (por ejemplo, frotando o con rodillos) hace que la lana se convierta en fieltro; se enfieltra. Recordemos cómo un jersey de lana lavado en la lavadora a una temperatura demasiado elevada o con demasiado jabón se encoge y se queda muy rígido.

Cada fibra de lana tiene escamas. Mediante el uso de agua caliente, jabón y movimiento se facilita que las fibras se vayan enganchando y formádose un tejido compacto; surge entonces un tejido totalmente nuevo.

El fieltro es un proceso natural en el que nunca se puede determinar de antemano el resultado. Son diversos factores los que influyen en el proceso. La velocidad y la fuerza en el movimiento tienen su influencia sobre la flexibilidad del fieltro, el tamaño y hasta el conjunto de colores enfieltrados entre sí. Otras fibras que pudiéramos incluir quizás no enfieltren, pero sí pueden quedar atrapados en el trabajo del fieltro.

Hay diferentes técnicas de crear fieltro. El resultado dependerá de la técnica utilizada, el jabón, el agua, las agujas de enfieltrar y el nunofieltro. Las posibilidades de crear con fieltro son ilimitadas y se puede hacer un fieltro como antaño en las capas de las pastores o bien hacer las piezas contemporáneas más sofisticados. Conviene saber que es un tejido que aísla tanto para el frío como para el calor y es también un tejido que transpira.

Por último, en la elaboración del fieltro al igual que otras labores de la lana, los movimientos pueden ser meditativos por su repetición y su simplicidad. Por una parte son terapéuticos en sí mismos dada su propia dinámica de transformación y, por otra parte, con mucha facilidad se pueden lograr piezas bonitas al alcance de todos permitiendo la creatividad personal.

Fieltro
Fieltro
Fieltro

lana

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